jueves, 27 de septiembre de 2007

Respuesta improvisada.

...Paseando hace poco cerca del Pilar, recordé una anécdota que me pasó en 1º de carrera.
...Los sábados por la mañana, los de 1º teníamos las prácticas de guía que consistían en estudiar apuntes sobre el Pilar y la Aljafería y explicar dichos monumentos a los alumnos de 2º y 3º de la carrera o a los alumnos del otro turno ya que el primer día, eran éstos los que explicaban dichos monumentos.
...La profesora de prácticas que anteriormente nos había dado apuntes sobre los monumentos y nos había dicho dónde encontrar más reseñas de los mismos y había corregido los trabajos que habíamos hecho sobre ellos, se dedicaba a pasear de grupo en grupo observando cómo explicábamos y corrigiendo defectos que veía en las explicaciones que hacíamos y de vez en cuando, se hacía pasar por una turista y empezaba a hacer preguntas sobre el monumento. Lo destacable del hecho en sí, era que sus preguntas estaban muy seleccionadas, eran sobre cosas que no habíamos explicado en los trabajos o que no nos habíamos parado a pensar y que no nos habían explicado los alumnos de años anteriores.
...Cuando me llegó el turno de explicación en el Pilar, la profesora vino a mí y tras un rato observando mi explicación me preguntó por qué todas las tejas del Pilar tenían decoración salvo las de la bóveda de la capilla de la Virgen. Todos nosotros sabíamos que había que contestar algo, lo supiéramos o no, ya que el no contestar implica que el guía no conoce bien lo que explica, pero que no había que mentir nunca, por si alguien te pillaba en un renuncio pero que se podía decir algo en plan: según unos estudios... o alguna gente opina que... y cosas así.
...Total, que yo, no sólo no me callé sino que le dije que aunque no estaba el hecho confirmado, se consideraba que no había tejas de cerámica vidriada en la capilla de la Virgen como sí que las había en el resto de cúpulas precisamente para destacar la capilla de ésta, ya que, siendo como era la Virgen, una persona sumamente sencilla, no debía tener decoraciones presuntuosas y precisamente por no tener decoración, destacaba sobre todo el conjunto arquitectónico.
...Sigo sin saber si es cierto lo que dije, pero a la profesora le gustó mucho mi explicación y me puso sobresaliente.

Con las manos en la masa.

...Las anécdotas que siguen a continuación van de comiditas por así decirlo.

...- Hace años, en unas convivencias de Semana Santa, Mª Helena (una amiga del grupo de post - confirmación) y yo nos dedicamos media noche a hacer una Mona de Pascua para los animadores de grupo y para el resto de los compañeros sin que ellos lo supieran.
...Habíamos comprado para hacer la Mona varias bases de bizcocho, chocolate en polvo para hacerlo en un hornillo y usarlo para decorar y aparte de eso, paraguas, Lacasitos y confeti de colores de chocolate para hacer adornos.
...Al día siguiente, tras comer, sacamos la Mona y todo el mundo quedó maravillado, no en sí por lo bonita que fuera sino por el detalle en sí mismo.

...- Para las mismas fechas, aproximadamente, pero pasadas las convivencias, Mª Helena y yo quedamos en mi casa para hacer cocinitas. Nos gustaba mucho y yo aprendía, ya que, de normal, era mi abuela la que concinaba y ella no era muy dada a hacer postres.
...Una tarde, hicimos una tarta de bizcocho y como adorno claras a punto de nieve para convertirlas en merengue. Tras un par de horas de batir lo mejor que pude dichas claras dejé por imposible el que espesaran mucho y las vertimos sobre el bizcocho que previamente habíamos hecho. A mi tía Olga (mujer del primo de mi padre) le gustó mucho la tarta aunque nos dijo que para la próxima vez nos aseguráramos si la batidora de la cocina montaba claras, para que nos fuera más fácil y cómodo.

...- Otra de las veces de la tanda en que me dio por hacer postres, le llegó turno al hojaldre. Para hacer hojaldre también hace falta batir claras durante un buen tiempo, pero esta vez, no fue esto en sí lo que falló, sino que no debimos de poner suficiente levadura y los lacitos que estábamos haciendo apenas se esponjaron, con lo que tras hornearlos quedaron bastante duros y compactos. Eso sí, estaban muy buenos, algo es algo.

...- En otro intento de preparación de postres, nos dio por hacer galletas. Yo tenía una receta que se llamaba "Galletas de maíz" así que decidimos usarla. Eso sí, no íbamos a seguir las instrucciones concretas, ya que los ingredientes los teníamos versionados. Esto es, como no teníamos los ingredientes concretos en sí, lo que hacíamos era usar el ingrediente más similar que tuviera en la cocina. Así, la harina de maíz pasó a ser de trigo, el azúcar glas, fue azúcar normal que intentamos moler más fino con el rodillo y así con el resto de ingredientes que ya no recuerdo. Al final, no salieron galletas tras los cambios que habíamos hecho sino que salieron mantecados.Eso sí, los manteacdos estaban buenísimos. Lástima que, durante un tiempo, no encontré la receta y cuando lo hice, sabiendo que a mi novio le encantan los mantecados, me la guardé en el bolso para hacerla más adelante.Lo malo es que un día llovió copiosamente y el agua entró en mi bolso por la cremallera con tan mala suerte que empapó la receta que estaba escrita con un rotulador fino, con lo que tras secarse el papel en el que estaba escrita, quedó completamente ilegible y a día de hoy, aún no he encontrado la receta en cuestión en inet o en ningún libro de recetas :(

Peluches.

...Viendo a Vito, un peluche de osito koala he recordado una anécdota que me pasó a los 20 años.
...De pequeña me gustaban mucho los peluches que veía en las tiendas, los de las amigas con las que quedaba a jugar y similares, pero a la hora de los regalos, nunca me tocaba ninguno.
...Pasó el tiempo y seguí igual, como mucho, tuve un par de peluches de los que regalaban en la tienda de fotos al hacer un revelado. Concretamente, una foquita blanca y un delfín azul clarito que doné poco después al rastrillo de la parroquia porque todos los que participábamos donábamos cosas que nos gustaran pero que la gente pudiera comprar baratas y estuvieran bien conservadas o que se pudieran regalar tras una compra y con esos peluches seguro que quedaba bien.
...Pero esas Navidades, todo el mundo debió recordar que no tenía peluches y que los únicos que tenía los había donado, ya que, como regalo del juego del "Amigo invisible", Jorge, al chico al que le tocó regalarme un detalle, me llegó con un paquete en el que había un enanito de Blancanieves de peluche. También para esas fechas, una amiga con la que hacíamos regalo de Navidad, me vino con otro peluche de enanito de Blancanieves diferente. Y para rematar la faena, mi novio por aquel entonces, como regalo de Navidad también, me regaló un perrito de peluche que tiene una cremallera en la tripa con un bolsillo en el que había un anillo envuelto.

martes, 25 de septiembre de 2007

Sesión de fotos.

...Hace cosa de un mes, para uno de los musicales se estableció una sesión de fotos para que fuéramos a casa de un chico y allí nos disfrazáramos del personaje del musical, nos hiciera varias fotos y escogiera alguna para la web.
...La sesión se iba a hacer un sábado por la mañana y por la tarde para que la gente tuviera posibilidad de ir en cuanto a horarios. Como yo había ido a Madrid al no tener ensayo el viernes, dije de ir a última hora el sábado, ya que el chaval que nos hacía las fotos, aunque en teoría había puesto que por la tarde la sesión era hasta las siete, como él tenía luego cumpleaños y no le apetecía ir tan pronto ya que tenía que pasar a recoger a su novia a las diez y media me dijo que podía ir más tarde sin problema y así él hacía tiempo para recoger a su chica.
...Para variar, los planes se torcieron y a eso de las cuatro de la tarde me mandó mensaje para decirme que fuera al final antes de las siete. Como ya no me daba tiempo a ir en autobús de Madrid a Zaragoza, fui a casa de un amigo que vivía muy cerca de la estación de tren de Atocha y como el bus con el que fuimos dejaba más cerca de su casa que de la estación, dejé mi maleta en su casa y de allí fuimos a por el billete. Al llegar no había ya plaza en clase turista con lo que me tocó coger clase preferente y aún con descuento, ya que anteriormente había ido en tren a Madrid y podía usar la opción de ida y vuelta, la broma me salió por algo más de cincuenta y cinco Euros.
...Pero eso no fue todo. Volvimos a casa del chico a comer aprovechando que tenía comida ya hecha en casa a calentar en microondas y fue coger la maleta y volver a la estación con unos diez minutos de tiempo para buscar el andén. En un principio, me hubiera dado tiempo de coger el tren, pero lo que yo no sabía era que el acceso a los andenes estaba en el primer piso (ya que yo sólo había llegado de Zaragoza a Madrid y no había cogido en Madrid tren anteriormente) y mi amigo no se acordó y aparte de eso, por la puerta por la que entramos ese detalle no estaba marcado en los tableros de señalización.
...Total, que nos recorrimos toda la planta baja sin suerte y cuando encontramos a un trabajador de la estación y preguntamos, nos mandaron a la planta de arriba y fue entonces cuando el chaval que me acompañaba se acordó. Cuando llegamos al acceso ya era tarde para subir al tren, con lo que nos mandaron a la sala de Atención al cliente para que nos cambiaran el billete para el próximo tren que saliera a Zaragoza. Allí pude cambiar el billete para el siguiente tren que salía apenas media hora después, pero tuve que pagar la reserva de plaza o lo que es lo mismo, un 20% del precio del billete con lo que, al final, la broma me salió a casi 69 €.
...Llamé al chico que iba a hacer las fotos, porque aún así, llegaba más tarde de las siete, aunque al saber mi odisea, no le importó esperar un poco para hacerme las fotos.
...Al menos el domingo aproveché para ir al ensayo por la mañana habiendo dormido decentemente, eso sí, cuando me enteré que se volvía a hacer otra sesión de fotos a la semana siguiente porque no todos habían podido ir, anda que no me dio rabia, ya que pensé que podía haber vuelto a Zaragoza el domingo por la mañana para llegar justa al ensayo, cogiendo autobús y saliéndome el viaje por tan sólo catorce Euros y haber hecho la sesión de fotos con el resto de la gente que ese día no había podido acudir.

Lentillas.

...Hablando ahora con Vane, ha salido a relucir una anécdota que me pasó hace ya un tiempo y que me volvió a pasar al cabo de poco. Añado otras anecdotillas sobre el mismo tema ya de paso :)

...- Un día, al ponerme las lentillas, pensé que se me había caído una, así que, obviando la maldición que pensé, abrí una nueva y me la puse (lo bueno que tiene mi graduación es que uso la de 5 dioptrías para ambos ojos, con lo que era coger una de la caja y arreglado) y salí tan tranquila de casa.
...Por la noche, me quité las lentillas, ya que, aunque suelo usar las de 15 días que, en teoría están hechas para poderlas llevar día y noche, si no te las pones a menudo duran sin problemas un mes y prefiero quitármelas para que el ojo descanse, ya que a veces, de llevar mucho rato las lentillas, se me cansa la vista y me duermo con más facilidad (lo que, para salir de juerga es muy malo:P) y aparte, sólo me las pongo para salir a veces de marcha en ocasión especial, en ceremonias, en actuaciones, en vivos o para trabajo si voy de azafata o a veces de guía.
...Pero al día siguiente, tras comer, me senté en el sofá y al cabo de un rato empezó a picarme el ojo derecho. La sorpresa llegó después, cuando al tocarme el ojo me saqué una lentilla. Con lo que deduje, que se me había quedado tras el ojo la lentilla que yo creía haber perdido el día anerior y no me había dado cuenta.

...- Otro día, llevando puestas las lentillas y estando en el autobús, se me cayó sin venir a cuento una lentilla. Como me di cuenta rápido la cogí casi al vuelo y apenas si me tocó la ropa y tuve que llevarla todo el rato pegada en un dedo hasta llegar a casa y poder ponérmela de nuevo limpiándola previamente.

...- Esta anécdota me pasó el día que tenía actuación en el Teatro Río Ebro con uno de los musicales de este año y al ir a cambiarme para la obra me di cuenta de que me había confundido de neceser y me había dejado las lentillas en otro y no me daba tiempo de ir a casa a por ellas y traerlas, con lo que tuve que buscar una óptica (menos mal que en el centro comercial había una) para comprarme lentillas desechables con mi graduación y rezar para que tuvieran, como así pasó. Eso sí, como no las vendían en pares sueltos, tuve que comprarme una caja de 30 lentillas. Al menos tengo para todos los vivos y actuaciones de este año y del que viene :P

...- La caja que me compré es cierto que me duró bastante y no tuve que volver a comprar lentillas hasta el día 5 de Enero del 2009 para la Cabalgata de Reyes y de nuevo, me pasó como la otra vez y no teniendo en la óptica pares sueltos, tuve que comprarme una caja de 30 lentillas. Lo malo es que no recuerdo dónde las puse y aunque las busqué en casa de mis papis y en la casa que comparto con mi novio y mi mejor amigo, siguen sin aparecer. Pensé que las habría puesto en la maleta que suelo usar cuando voy a revs y para el Reinos de Hierro que fue el fin de semana pasado ( 27, 28 de febrero y 1 de marzo del 2009) tuve que ir sin ellas, pero no pasaba nada ya que la ambientación de este rev es lo suficientemente moderna como para que existan las gafas y los jugadores puedan llevarlas sin desentonar con la ambientación :)

viernes, 21 de septiembre de 2007

Atracción Fatal.

...Recordando anécdotas ha venido a mi mente una que me pasó en un recreo de pequeña. La anécdota en sí, la recordé al ver hace apenas una semana a una compañera de clase, llamada Belén, a la cual, yo no le caía bien porque a ambas nos gustaba el mismo chico cuando éramos pequeñas y sobre todo por lo que yo supe más tarde, que fue que al chaval yo le gustaba pero como a mí se me notaba mucho que iba detrás de él, él pasaba de decirme nada porque daría la sensación de haber accedido a mis deseos o algo así.
...La anécdota en sí, ocurrió el día en que estrenaba una chaqueta amarilla, impermeable por fuera y con borreguillo amarillo a juego por dentro. Lo cierto es que la chaqueta causó sensación porque no era un color habitual para vestir, al menos en mi caso, pero eso no fue todo.
...Belén, se acercó a mí casi acabado el recreo y me dijo que llevaba una abeja en la chaqueta. Yo miré y no vi nada y como estaba acostumbrada a que me hiciera feos más o menos cantados (puesto que en 8º de E.G.B. hizo que amigas mías no se me acercaran o no las dejaba ir en el grupito de "las chachis " del cole porque a mí ya me había hecho el roto de echarme más o menos del grupo con el que iba a finales del año anterior), pasé de ella y seguí a lo mío.
...Ella insistió y me dijo que me quitara la chaqueta, que tenía la abeja dentro pero yo pasé completamente pensando que me gastaba una broma.
...La anécdota vino cuando ella, ni corta ni perezosa, me arrancó la chaqueta agarrándola de los hombros y tirando de ella hacia atrás y tal y como me la quitó, dio una patada a la misma y salió, efectivamente, volando, la abeja en cuestión.
...Yo me quedé alucinando un rato y medio paralizada le di las gracias. Ella me dijo que si insistía era por algo y le dije que lo sentía, pero como estaba cansada de las bromas no le había creído. Dijo que no importaba y se fue a la fila para salir del patio e ir de nuevo al colegio (ya que el recreo desde 4º de E.G.B. en la Salle - Franciscanas y después en 1º y 2º de B.U.P. en La Salle - Gran Vía era en un patio a cinco minutos del colegio andando).
...Más adelante, he vuelto a atraer abejas y avispas (no me da tiempo a distinguirlas) aunque no de una forma tan peligrosa, porque tuve mucha suerte al no haberme picado la abeja cuando estuvo encerrada entre el forro de mi chaqueta y mi espalda, eso sí, al menos también atraigo a las mariposas, algo es algo.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

El currante voluntario.

...Esta anécdota me ha ocurrido hoy mientras estaba repartiendo los periódicos "Tu comercio" en el barrio de La jota.
...Al ir con el carro por la calle se me ha acercado un chico joven de menos de treinta años aproximadamente, alto, delgado, rubio con el pelo un poco de punta y ojos azul claro (uno de ellos algo desviado) y me ha pedido periódicos para repartirlos por la calle. Él ya llevaba bajo un brazo varios periódicos de los llamados "Crónica de la margen izquierda" que estaba repartiendo mi compañera por la misma zona.
...He contestado al chico que mis periódicos eran sólo para los comercios que tenía apuntados en una lista y no para repartirlos por la calle y he seguido con mi ruta, pero cuando he tenido que ir a recoger más periódicos ahí estaba de nuevo el chaval y donde tenía que tener seis paquetes de periódicos, sólo quedaban tres.
...El chico me ha visto y me ha preguntado si me los iba a llevar y me ha pedido que le dejara un paquete. Yo le he insistido en que mis periódicos eran para tiendas y que no quería dejarme alguna tienda por su culpa y que luego tuviera quejas del reparto y que mejor cogiera periódicos a mi compañera, ya que sus periódicos son para repartir por casas hasta agotarse sin tener que ir a sitios concretos dentro del barrio.
...Al final, tanto ha insistido el chico que le he dado la mitad de un paquete en plan: ni para ti ni para mí, la mitad y todos contentos. A lo cual me ha dicho que él se entretenía repartiendo, que en el barrio le conocían y le cogían los periódicos y que lo que yo tardaría horas en repartir él lo haría muy rápido y que a una mala, cogería periódicos de los buzones exteriores de las casas y los repartiría.
...Le he dicho que eso no era necesario, no sea que nadie de una casa le cogiera el periódico por la calle y luego tuviéramos quejas, pero ya que me repartía periódicos le he dado las gracias. A lo que me ha dicho de nuevo que él así se entretenía y que encima no cobraba por ello y una vez dicho esto, ha cruzado la acera y ha seguido su camino repartiendo periódicos a la gente con la que se cruzaba.

martes, 18 de septiembre de 2007

¿De lo más refrescante?

...Esta anécdota viene escrita gracias a Eloy que me la recordó este fin de semana.
...Hace ya unos años, en casa, mi mami tenía la costumbre de comprar pañuelos de papel mentolados porque solíamos estar acatarrados en invierno y este tipo de pañuelos de papel despejan bastante las vías respiratorias.
...Yo estaba acostumbrada a verlos en paquetes grandes y de color verde ya que la bolsa era transparente y los pañuelos eran de dicho color, pero en una ocasión, mi madre compró un pack de varios paquetes de pañuelos de papel compactos, que yo vi muy apropiados para poder llevar en el bolso, sobre todo para salir de marcha, ya que los bolsos suelen ser pequeños, o lo eran en aquel entonces. Y yo, previsora de mí, cogí un paquete y lo metí en el bolso.
...Lo que yo no sabía era que, aunque el paquete y los pañuelos de dentro eran blancos, los pañuelos eran también mentolados y la anécdota se dio cuando, estando en el baño de un bar que no tenía papel higiénico, se me ocurrió la brillante idea de usar un pañuelo de papel para secarme...
...Digamos que la palabra refrescante se queda corta para describir la sensación y no fue precisamente agradable. Así que, si alguien acostumbra a llevar pañuelos de papel, más vale que lo tenga en cuenta.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Cuerpo perfecto.

...Este domingo, al bajar del autobús 30 con destino a casa de Eloy ya que iba a comer a su casa me pasó algo curioso.
...El conductor no paró en la parada que yo había pedido sino en la siguiente, ya que él iba hablando con otros dos conductores más que habían subido al autobús y se despistó, con lo que tuve que desandar toda la distancia entre ambas paradas.
...Yo iba con los pantalones del musical que representamos la semana que viene, que son negros pero llevan unas bandas doradas y rojas en las costuras, a modo de uniforme militar por así decirlo e iba con botas altas negras, una camiseta de manga corta de puntilla negra y el pelo recogido en un moño.
...Detrás de mí bajó otra persona pero no me fijé mucho y me puse a andar. El señor que bajó, de origen sudamericano por sus rasgos, me alcanzó y me preguntó si llevaba hora. Le dije que no ya que no llevaba el reloj al habérmelo quitado para el ensayo con vestuario pero saqué el móvil y le dije la hora que éste marcaba. Me dio las gracias y me preguntó si montaba a caballo por mi pantalón y mis botas. Le dije que no, que venía de un ensayo y que llebaba el traje de estilo militar. Seguí andando y él me dijo que me quedaba bien, que eso era normal por tener un cuerpo perfecto y acto seguido me preguntó si estaba casada. Yo le dije que no, pero que tenía pareja y de nuevo me dijo que era normal con ese cuerpo perfecto que yo tenía y que había algunas mujeres que no necesitaban cuidarse. Yo le seguí la conversación derivando sobre lo que acababa de decir, ya que le dije que lo del cuerpo perfecto dependía de los gustos y que yo sí que me tenía que cuidar y que iba al gimnasio aunque en verano había parado y que de nuevo iba a volver a ir. Él me dijo que tenía esposa y sabía lo que era que algunas mujeres se tuvieran que cuidar, pero que realmente a mí no me hacía falta por tener un cuerpo perfecto y luego me preguntó hacia dónde iba. Yo le dije que a ver a unos amigos y a mi pareja ya que el conductor se había pasado mi parada y él me preguntó si por donde yo iba llegaba antes que por el camino que tomaba el autobús. Le dije que sí, que callejeando y atravesando el parque llegaba antes y me estaban esperando y entonces dijo que él iba hacia otro lado y se desvió de mi rumbo.

Paseando a Simba.

...Hoy he estado comiendo con Eloy y cuando ha salido una anécdota a relucir me ha preguntado si había puesto otra que me ha recordado que me pasó el año pasado y que es muy cortita.
...Estaba yo una tarde paseando a Simba, mi perro, por la calle Giménez Soler, cuando un chico me dijo que por qué iba tan seria sacando al perro. Lo miré extrañada y me dijo que se había fijado en mí varias veces cuando sacaba a mi perro y que me veía muy seria siempre.
...Yo le dije que iba leyendo con lo que iba concentrada, pero que no es que fuera seria en sí. Y seguí mi camino. El chico me dijo que si le podía pasar mi teléfono para quedar a tomar algo y así comprobar si realmente no era tan seria como parecía y le dije que no era necesario, que ya sabía como era yo y que si le decía que no iba seria es que no era así y seguí de nuevo mi camino dejándolo allí plantado y sin mi móvil :P

lunes, 10 de septiembre de 2007

Convivencias en Santo Domingo de la Calzada.

...En verano de 8º de E.G.B. me fui de convivencias al colegio de la Salle que hay en Santo Domingo de la Calzada (donde cantó la gallina después de asada) y allí me pasaron varias cosas curiosas como las que siguen a continuación:

...- Los monitores o animadores de grupo habían constituído la figura de "El Zorro", la cual consistía en un monitor que se encargaba de que todo estuviera en orden y los chavales fueran ordenados dejando un folio con una "Z" como marca de su paso por las habitaciones y demás sitios por los que había estado y por las noches, los monitores decían lo que "El Zorro" había conseguido y se castigaba de alguna forma curiosa a la gente por desordenada.
...Yo no tenía conciencia de ser desordenada, pero una noche mostraron un pantalón azul corto que era mío y que habían encontrado en un cuarto. Preguntaron de quién era y fui a la mesa de monitores. Dije que era mío pero que yo no lo había dejado desordenado, ya que se lo había dejado a una amiga para que le sirviera de pijama ya que ella se había olvidado el pijama en Madrid. Me preguntaron el nombre de mi amiga y la hicieron llamar y nos hicieron dar tres vueltas al patio del recreo para devolvernos el pantalón. Me pareció injusto que me hicieran correr a mí ya que yo no era la culpable, pero dije que aceptaba para hacer compañía a mi amiga, eso sí, en el patio descansamos un rato y le dije que no volviera a dejarme en evidencia :P

...- Una noche, me desperté por algún ruido que escuché y al mirar alrededor, vi que estaba sola, todas las chicas se habían ido de la habitación y al día siguiente cuando les pregunté, me dijeron que se habían ido a ver a los chicos pero que como dormía plácidamente no me quisieron despertar. Me mosqueé un poco porque no contaron conmigo pero a la larga resultó mejor ya que al día siguiente que también me desperté a mitad de noche vi a un chico al lado de mi cama intentando meterse debajo de la misma justo cuando un monitor entraba en la habitación. Resulta que esta vez, fueron los chicos los que vinieron a nuestro cuarto y, para variar, no me habían querido despertar, pero el monitor les hizo salir de sus escondrijos y como mi cama era la que estaba más cerca de la puerta me preguntó qué es lo que había pasado. Yo le dije, toda somnolienta que no lo sabía, que acababa de despertarme y había visto casi lo mismo que él y debía de notarse en mi cara que era cierto, puesto que el monitor hizo salir a todos los chicos del cuarto y al resto de las chicas tal y como estaban en pijama y seguirlo escaleras abajo, donde les mandó correr tres vueltas al patio antes de dejarlos subir de nuevo a sus respectivas habitaciones. Yo oí las voces de abajo y me asomé por la ventana donde les vi correr y volví a mi cama a seguir durmiendo.

...- Al final de las convivencias cada alumno ponía en un papel quién era el Zorro y cada grupo de alumnos, ya que estábamos divididos en pequeños grupos de críos de Zaragoza, Madrid y País Vasco viendo las papeletas de los integrantes, votaba quién era el Zorro, contando con las pesquisas de toda la gente que formaba el grupo y entregaba la votación en un papel a uno de los monitores.
...Nuestro grupo tuvo mala suerte relativa, pues aunque yo había oído de forma casual una conversación en el autobús entre monitores donde decían que J, uno de ellos, había entrado a nuestro cuarto y puesto una Z en la pared cuando quitó el póster de Pierce Brosnan, resultó que el tal J no era el Zorro sino uno de sus ayudantes, pero al menos fuimos de los que más nos acercamos.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Valencia.

...Estando el año pasado de guía de ruta en Peñíscola, uno de los días del circuito tocaba visita de día completo en Valencia, más concretamente a la llamada ciudad de las artes y las ciencias y más concretamente, llevábamos a los turistas al Museo de las ciencias Príncipe Felipe por la mañana y al Oceanográfico a comer y a pasar la tarde.
...En una de esas excursiones pasó algo curioso. El grupo había tiempo más que suficiente para ver los acuarios y la exhibición de delfines y faltaban diez minutos para la hora oficial de salida (que en ese caso concreto era a las seis de la tarde) y tenía a todo mi grupo cerca de la entrada.
...Como vi que el cielo se encapotaba por momentos les dije que fueran saliendo y llamé a mi conductor para que viniera con el autobús a buscarnos y acto seguido les hice subir a todos para marcharnos de allí.
...Al principio, el grupo se quejó ya que decían que podían haber visto algo más en el Oceanográfico o haberse tomado un helado, ya que, hasta ese momento, hacía un día perfecto, de hecho, casi demasiado caluroso, pero les dije que solía haber atasco a la salida de la ciudad y que era mejor salir antes que después y además, así contarían con más tiempo para cambiarse antes de ir a cenar y que aparte, tenía pinta de llover en breves. La gente siguió refunfuñando un rato pero se calmaron al cabo de nada.
...Conforme avanzamos empezó a llover, cada vez más fuerte, hasta que se puso a granizar intensamente y en ese momento, cogí el micrófono y dije: ¿Alguien puede decirme qué hora es? Una señora del grupo contestó: Las seis en punto. Y yo les dije: Señores, si no hubiéramos salido cuando yo lo he dicho, estarían ahora empapados subiendo al autobús. Espero que ahora comprendan el por qué he preferido acortar la visita.
...Y efectivamente fue así, porque no sólo se oyeron comentarios en cuanto a que había tenido razón al hacerles subir al autobús, sino que tuvimos cosa de veinte minutos de atasco a la salida de la ciudad, pero detrás de nosotros se veía una inmensa caravana que nos habría cogido de no haber salido antes como lo hicimos.

...-Otra cosa curiosa que tiene y no tiene que ver con Valencia es la siguiente canción dedicada a Casetas, un barrio de Zaragoza, al que yo iba bastante cuando tenía un novio que era de allí. La canción, me la enseñó mi abuela y se ve que era de "sus tiempos". Y pensaréis: ¿Qué tiene que ver con Valencia? Bueno, la respuesta es sencilla, tiene la misma melodía que el pasodoble de José Padilla que se titula Valencia y que empezaba así: Valencia, es la tierra de las flores, de la luz y del amor, Valencia...
...Y la canción que me enseñó mi abuela paterna es la que sigue aquí:

...Casetas.
...Tierra de melocotones
...de melones y de setas.
...Casetas.
...Donde una tarde de invierno
...me presentaron a Fleta.
...Casetas.
...Tienes un par de tranvías
...que valen muchas pesetas.
...Casetas.
...Si me pierdo yo algún día
...que me busquen en ... Casetas.