jueves, 27 de septiembre de 2007

Peluches.

...Viendo a Vito, un peluche de osito koala he recordado una anécdota que me pasó a los 20 años.
...De pequeña me gustaban mucho los peluches que veía en las tiendas, los de las amigas con las que quedaba a jugar y similares, pero a la hora de los regalos, nunca me tocaba ninguno.
...Pasó el tiempo y seguí igual, como mucho, tuve un par de peluches de los que regalaban en la tienda de fotos al hacer un revelado. Concretamente, una foquita blanca y un delfín azul clarito que doné poco después al rastrillo de la parroquia porque todos los que participábamos donábamos cosas que nos gustaran pero que la gente pudiera comprar baratas y estuvieran bien conservadas o que se pudieran regalar tras una compra y con esos peluches seguro que quedaba bien.
...Pero esas Navidades, todo el mundo debió recordar que no tenía peluches y que los únicos que tenía los había donado, ya que, como regalo del juego del "Amigo invisible", Jorge, al chico al que le tocó regalarme un detalle, me llegó con un paquete en el que había un enanito de Blancanieves de peluche. También para esas fechas, una amiga con la que hacíamos regalo de Navidad, me vino con otro peluche de enanito de Blancanieves diferente. Y para rematar la faena, mi novio por aquel entonces, como regalo de Navidad también, me regaló un perrito de peluche que tiene una cremallera en la tripa con un bolsillo en el que había un anillo envuelto.

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