H.Potter y la Órden del Fénix.

...Esta noche hemos ido un grupo de amigos a ver el estreno de dicha película. Muchos de nosotros disfrazados y nos hemos hecho unas cuantas fotos con la cámara de Gusiluna (ya que yo me he olvidado la mía desechable en casa para variar) pero la anécdota no ha residido en eso sino en el viaje de vuelta.
...Al principio no había forma de ponernos el cinturón ya que en el coche de Moi los enganches estaban bajo los asientos y no hemos podido sacarlos, pero eso sí, ha aparecido lo que parecía un cargador de móvil aunque era el disco duro de Moi.
...Aparte de ese pequeño incidente, lo más curioso del viaje ha pasado cuando me han dejado cerca de casa. Justo al bajar, un hombre joven se ha acercado pidiendo fuego y le he dicho que si se esperaba yo llevaba, porque el resto era gente sanota que no fuma. Tras volver a preguntar el mozo y volver a contestar yo lo mismo he conseguido bajar y agarrar mi bolso que se me había caído y sacar el mechero para darle fuego, pero el mozo, viendo que iba como disfrazada ha preguntado que de qué iba y qué es lo que enseñaba.
...Mis amigos han tenido la decencia de esperar para ver lo que pasaba (si era por asegurarse de que no me hacía nada raro el tío o simplemente par ver qué pasaba eso ya no lo sé, pues ellos también saben de mi "arte" para tener anécdotas curiosas y aunque a veces crean que soy una exagerada por algún tema que ahora no viene al caso, supongo que han querido asegurarse).
...Total, que le he dicho al tío que yo no enseñaba nada, que a mí me enseñaban. Él ha vuelto a preguntar que qué enseñaba yo, y que ya era mayorcita para enseñar y yo le he dicho que sí, que era mayorcita pero que no enseñába nada, que el que quiera espectáculo que pague y él tras tener que repetírselo ha estado de acuerdo y me ha dicho que no quería insinuar nada a malas. Le he dicho que vale, que no pasaba nada, que habíamos ido a ver la película de Harry Potter y por eso lo del disfraz, pero viendo que se volvía a alargar por las ramas preguntando por si enseñaba algo le he dicho tal que: " ¿Quieres fuego? A la una, a las dos y .. " y al final se ha puesto el cigarrillo en la boca, le he dado fuego y me he girado para ir a cruzar el semáforo y al irme ya, le he dicho la mítica frase de: " Nunca desperdicies el fuego de una mujer " y a continuación he cruzado y seguido mi camino mientras que él hacía lo mismo hacia otra parte.