lunes, 16 de julio de 2007

Regalos de cumpleaños.

...En lo que a mis cumpleaños se refiere he de decir que no solía celebrarlos, bueno de pequeña sí, pero luego tan apenas lo celebraba con algunos amigos en plan vamos todos a cenar y me dais dinero con el que pago la cena y poco más, pero de vez en cuando sí que he hecho celebración a lo grande por así decirlo o han pasado algunas anécdotas curiosas como las que sigen a continuación:

...-Una vez, aunque no recuerdo cuántos años cumplía, recuerdo que hicimos fiesta en casa con mis primas y los hijos de unos amigos y algún niño y alguna niña más invitados. recuerdo que nos lo pasamos en grande y no paramos de aloborotar por el pasillo de casa. Pero lo curioso del cumpleaños no fue eso, sino al día siguiente cuando mi abuela paterna llamó para felicitarme y decirme si estábamos todos bien y que si no habíamos notado el terremoto. Yo pensaba que me estaba tomando el pelo y que se refería a que si lo habíamos pasado bien todos los niños y que si habíamos armado mucho follón, pero no, la mujer lo decía en serio, ya que el día en que celebré mi cumpleaños había habido en zaragoza un mini terremoto que si estaba una sola persona en casa o dos a modo pacífico sí que se notaba que la casa temblaba un pcoo y se movían las cosas, pero claro, con todos los que éramos en el cumpleaños y con todo lo que nos movimos ni nos enteramos.

... -Otra vez, ya más mayor, la anécdota fue el regalo en sí. Había quedado con dos amigos y dos amigas para irnos a cenar de pizzería como ya iba siendo costumbre y cuando me dieron los regalos abrí el de los chicos y me encantó: una toalla de La Sirenita de Disney (Una de mis pelis favoritas. En sudamericano, no en español y no tengo forma de hallarla así que si alguien la tiene y me hace el favro se lo agradeceré :) ) y cuando las chicas me dieron el suyo me fijé en sus caras y estaban compungidas co lo que les pregunté por lo que les pasaba y me dijeron que abriera el regalo que era nada más y nada menos que la misma toalla. Lo cierto es que me encantaba, pero llegaron a la conclusión de cambiarla. Lo malo del caso fue que se la llevaron y nunca más supe del regalo cambiado ya que no me dieron nada más tarde. Es lo que tiene ver a esa gente sólo para cumpleaños que se les debió de olvidar y me quedé sin otro regalo. ¡Qué se le va a hacer!

...-Esta anécdota pasó al cumplir los 20 años, cuando los amigos del grupo de la Parroquia me dieron mi regalo. Una caja de zapatos con unas zapatillas de cáñamo y tela preciosas. Me extrañó que no me dieran nada más ya que firmaban la tapa de la caja 15 personas y auqnue sabía porque alguno me lo dijo que no todos habían puesto, sí que lo habían hecho en su mayoría y teníamos por costumbre popner 500 pesetas por persona y yo sabía el precio de las zapatillas porque unos días antes las había visto en la tienda yendo con una amiga y le dije que en cuanto cobrara me las iba a comprar porque me gustaban mucho.
...Eso sí, tampoco es esto lo que más me marcó del regalo sino la dedicatoria de la tapa que decía lo siguiente: "20 años. Felicidades eh, vieja?" Cosa que me traumatizó bastante. Por un lado era lógico, yo era la mayor del grupo de amigos con lo que era la primer en cambiar de decena pero aún así, lo de que me llamaran vieja a los 20 me sentó muy mal. Supongo que por eso me sigue costando contestar cuando voy por la calle y alguien me para y me dice: "Señora, ¿Tiene hora?" o "Señora, ¿Tiene un cigarrillo?" o "¿Puede darme fuego?" porque me sigo viendo y sintiendo joven :)

...-Otro regalo de cumpleaños que me encantó fue sin duda el de Mª Helena, ya que lo que me regaló fue una semana de ruta por Benasque y alrededores. Ella había hecho en Julio con unos chavales de monitora y se ofreció a hacerme la misma ruta. Fuimos por Batiselles, estuvimos acampando junto al refugio del Turmo (sí, el de la canción de "20 de Abril") y pasamos noche en el refugio de Stós y en esa semana nos pasaron varias anécdotas.
...En el refugio de Santa Ana, una caseta sin puerta cuya parte de abajo era una sala con una chimenea y la de arriba una sala para dormir, conocimos a bastante gente que pasaban ahí la noche. había una pareja de madrileños que se ofrecieron a ir a comprar comida a Benasque (que estaba a un buen paseo del refugio) mientras el resto hacíamos el fuego, preparábamos las mochilas y similares. También conocimos a una pareja de lesbianas muy agradables con el niño de 6 años que tenían y a Mª Helena y a mí nos hizo pasar un buen rato acompañándolo a cazar gamusinos.
...Al día siguiente fuimos de Santa Ana a los lagos de Batiselles, unos lagos preciosos que tienen como pared unas montañas inmensas que se reflejan en los lagos que son puero espejo, no viéndose el agua sino mucha más montaña y de allí fuimos hacia Stós. Según un cartel ponía que estaba a 3 horas con lo que salimos a mitad de tarde para llegar allí a cenar, pero llevábamos 4 horas y media cargadas hasta arriba con nuestra tienda iglú y la comida y aún lo veíamos al fondo, al otro lado de un bosque. Se fue haciendo de noche y llegábamos ya al bosque pero perdimos la marca de la GR y nos quedamos enfrente del refugio a descansar un poco porque nos daba palo adentrarnos en el bosque. Mª Helena estaba muy cansada y al final me decidí a hacer el S.O.S. que es lo único que sé hacer de morse con la linterna y nos respondieron. Lo malo es que no sabía lo que nos decían así que me limitaba a repetir el S.O.S. Yo sabía que era algo también con S y con O pero el resto de las letras no sabía qué eran. No tardó ni media hora en aparecer un grupo de 4 aguerridos montañeros, en bañadores y playeras llevando el botiquín y una camilla plegable. Nos preguntaron si estábamos bien y les dijimos que sí, que no veíamos la señalización y que e la ladera que estábamos era muy empinada como para poner el iglú y nos dijeron que otra vez no lleváramos puestas las dos los frontales no fuera que nos quedáramos sin luz y les dijimos que no, que llevábamos linternas y pilas de sobra. Nos llevaron al albergue cosa que nos costó unos 5 minutos porque era entrar al bosque y en el primer giro se veía la marca de la GR y fue simplemente bajar un camino, cruzar un puente y subir el camino de nuevo y aparecer en el albergue. Cuando llegamos estaba todo el albergue mirando desde la terraza a las pobres montañeras que llegaban. Mª Helena dijo que le había puesto nerviosa el de las señales morse porque no sabçia lo que le decía y un chaval que lo oyó dijo que había sido él, que nos decían "Stop" y que habíamos hecho bien en pararnos (Yo le dije que aunque no sabíamos lo que nos decía, por lógica nos teníamos que parar, no fuera que nos vinieran a buscar y nos hubiéramos ido por otro sitio y perdido) y cuando preguntamos si tenían cena y nos dijeron que la cafetería estaba cerrada dijimos que no importaba que llevábamos comida pero aún así, una señora del albergue nos hizo un caldo que nos entró de muerte y nos condujeron a la habitación común de los montañeros. Allí pudimos oir todos los tipos de ronquidos existentes en este mundo o casi, desde los graves a los agudos, a los melódicos o los que parecen el pito de una olla express y tras dormir y levantarnos, fuimos a pagar la factura del alojamiento y el caldo de la noche y nos dijeron que no nos dejaban pagar, que estábamos invitadas, que con un susto habíamos tenido bastante. Vamos, salimos de allí encantadas.
...De Stós fuimos bajando un camino lindando con el río de aguas cristalinas que pasaba por allí y llegamos a la Cabaña del Turmo don de paramos para bañarnos en el río, jugar a las cartas, dormir la siesta, pasear por los alrededores y acampar. Pasaron los de Icona y nos dijeron que al día siguiente a las 8 teníamos que desmontar el campamento y nos dijeron dónde había cubos de basura para tirar las sobras. Les dijimos que no habría problema y nos pusiomos a oir la radio. Al cabo de un rato la radio anunció que esa misma noche, a las 5 de la madrugada se verían en todo su esplendor las "Lágrimas de San Lorenzo" esto es, la lluvia de estrellas que se da por esa fecha en esa zona, con lo que nos pusimos la alarma poco antes para despertarnos a mitad de noche y contemplar las estrellas que ya empezaban a brillar y poder pedir una buena tanda de deseos con las estrellas fugaces que viéramos. Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando a las 5 menos cuarto lo que viomos no fue un precioso cielo estrellado y surcado de estrellas fugaces sino un cielo extremadamente negro y oímos el ruido de una estruendosa lluvia al caer... Estaba diluviando a base de bien y aunque hicimos rato a ver si escampaba no pudimos ver nada salvo la lluvia durante una hora, así que optamos por volver a echarnos a dormir. No s levantamos y empezamos a recoger y saludamos a los de Icona que se pasaron con su jeep a ver si éramos unas personas cívicas o no y regresamos a Benasque donde nos alojamos en un hostal para darnos el gusto de una buena ducha y una cama antes de volver a Zaragoza.

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