jueves, 16 de agosto de 2007

Salto de valla.

...La anécdota, más que breve, me ha pasado esta mañana en el curro.
...Estaba repartiendo publicidad de Ikea ya que estos días salen menos periódicos de lo acostumbrado y para no darnos fiesta antes nos ponene a repartir publicidad. Yo estaba en la calle Marqués de la Cadena, junto a la Plaza Mozart y he aprovechado que una señora abría la verja de una urbanización para meterme dentro con ella.
...La urbanización tenía dentro cuatro edificios y he podido dejar la propaganda en tres de los cuatro.
...La anécdota estriba en el hecho que al ir a salir por la puerta de la urbanización he visto que el pomo estaba roto. Giraba y giraba y no hacía tope, por así decirlo, con lo que no abría la puerta.
...He esperado un rato pero allí no entraba ni salía nadie ya que es una urbanización bastante nueva y aún no están todos los pisos ocupados y la casa que estaba más cerca para llamar y pedir que me abrieran la puerta de fuera era la que se ha quedado sin publicidad porque he llamado a todos los timbres y no abría nadie.
...Conclusión, he tenido que engomar la publicidad y enganchar mi boli en ella, ponerla sobre la verja para tener dónde apoyarme sin clavarme las varas de la verja, auparme gracias a un travesaño de la verja, subir el resto a pulso, pasar como he podido la pierna izquierda por encima de la verja, apoyar mi vientre en el paquete de publicidad, echarme el bolso hacia atrás para que o se me quedara enganchado al bajar de la verja, tirar el paquete de publicidad al suelo no fuera que al bajar luego se cayera por el otro lado, agarrarme bien fuerte a las varas de arriba de la verja y dejarme caer suavemente para no hacerme daño, y, aún así, me he rasguñado un poco el brazo derecho. Eso sí, al menos no me ha salido sangre, algo es algo.

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